29 octubre 2006

Mi frustrado salto a la fama

Bueno, cómo ya dije en mi post anterior, tengo que contar cómo se ha visto truncada una brillante y exitosa carrera en el mundo del séptimo arte.

Todo empezó cuando, tras dejar mi anterior trabajo y terminar mi proyecto de fin de carrera, me encontré con todo el mes de agosto para mi solito sin nada que hacer excepto follar. Como no sólo de rabos vive el gay (aunque alguna gente se piense que sí), y dado que vi un anuncio en bakala.org en el que buscaban extras para una película llamada Chuecatown, decidí presentarme y, aparte de llenar mis horas muertas y sacarme unas pelillas, darme a conocer en el mundo de la farándula.

"De aquí, a Salsa Rosa", pensaba yo. Ya me veía vendiendo mis intimidades a toda España y llenándome los bolsillos de fajos de billetes, como si de un concejal de Urbanismo se tratase.

Pero el caso es que, toda la gente que yo conocía que se había apuntado a eso, era llamada para participar en escenas y tal, pero a mi no me llamaban nunca. Y eso era raro, porque yo había oído que andaban bastante cortos de extras. Pero yo, tan optimista, pensaba "deben de estar dejando lo mejor para el final". Y tan contento me quedaba.

Sin embargo, hace poco me fui a cenar con Jotaele, que es amigo del que se encargaba de reclutar a la gente para lo de extra. Y me contó que había hablado con él, y que por lo visto, la que se encargaba de seleccionar a los extras, me había vetado a mi especialmente: "A este, ni agua!". O algo así debió de decir. Jotaele me contó también que habían vetado a otro, uno al que él vio cuando fue al casting, y que era una especie de macarra del extrarradio que estaba como un tren.

Así que ya lo he descubierto. Estoy demasiado bueno como para hacer simplemente de extra. Probablemente se guardaron mi foto y mis datos para darme algún papel protagonista en alguna película que será un exitazo mundial. Y si no, dado que parece que no hay sitio para mi en el séptimo arte, espero que se acuerden de mi para el octavo: el cine porno.

06 octubre 2006

Hombre blanco soltero ingeniero con trabajo busca...

... busca cualquier cosa excepto pareja. ¡Naturalmente! Tengo trabajo, soy ingeniero y estoy bueno! Sería de locos atarse a una persona ahora que mi vida acaba de comenzar.

Bueno, en realidad mi vida sexual está ya muy comenzada, pero vayamos por partes:


Viernes 1 de septiembre de 2006: me incorporo a mi nuevo trabajito como Ingeniero de Pruebas (lo pongo con mayúscula y negrita porque parece que queda más importante. Que lo es). Yo iba todo ilusionado pensando que a ver si hacía amiguit@s y, ya puestos a pedir, amiguitos wenorros!!! Marco mi primer punto: el nano de Sistemas está como un trenecito, al más puro estilo de Parla (posteriormente investigué y me enteré de que era de Carabanchel. Bueno, aceptamos barco, no?). Eso sí, enseguida ese punto me lo pusieron sobre las íes, porque el pobre es más heterosexual que Rajoy. Bueno, excepto que este es heterosexual de verdad, claro. Y digo yo, que pobre chico de Carabanchel y heterosexual. No es que yo tenga nada en contra de los de Carabanchel sino que, siendo de allí, si fuera gay ya tendría un esclavo sexual (esto es, el menda lerenda) siempre que quisiera y en su propia oficina. Pero nada, el destino tuvo que jugarnos una mala pasada y frustrar unos amores (lo llamo amor, pero quiero decir sexo) que no hubieran tenido parangón.

Bueno, buenorros de Sistemas aparte, el caso es que yo estaba muy nervioso porque, fuera de los cruising, saunas y búhos, a mi conocer gente no se me termina de dar del todo bien. Y es que yo soy muy timidín, vaya. Pero la gente fue supermaja conmigo y me llevaban a tomar cafés y cosas así. La verdad es que era un sitio estupendo. Solamente estuve 12 días (naturales, unos 7 laborables) y ya les cogí cariño. Como luego me iba a trabajar a Indra, pues ahora ya no veo a casi nadie, pero les escribo emails para que se acuerden de mi.

Ahora, Indra es un lugar de ensueño en un lugar de ensueño. Un pueblo de la periferia lleno de macarras necesitados de amor. Todavía no le he dado amor a ninguno, pero todo se andará. Además, hay un nano que se pasa el día llevando cajas de un lado para otro que me pone mazo de burraco, y hoy me ha pedido fuego mientras tomaba café con mis compañeros. Qué suerte que estaba yo sentado, o se hubiera notado mucho que el fuego lo tenía yo en otra parte.

Buenorros aparte, tengo unos compañeros supermajos. Mi compañera Beatriz Atienza González (a la que menciono aquí con nombres y apellidos porque la pobre se disgustó mucho porque no salía en Google y yo me he propuesto que aparezca) ha sido muy buena conmigo. Me saca de paseo y todo! Es muy amable (y es muy guapa también, pero lo digo en bajito porque como tiene novio pues no quiero hacerle mucha publicidad en ese sentido, porque hay mucho moscón por ahí suelto) y me ha ayudado mucho, y por eso le dedico este párrafo. No sé si adjuntar una foto de una florecilla o algo así, como regalo :D

También está Miguel, que es un nano de Coslada (vivan los extrarradios!!!) muy majo también. Yo le doy un poco la vara para chincharle un poco y eso, pero es muy bueno conmigo. La verdad es que toda la gente es muy buena, y estoy más contento... Estoy tan contento que me he comprado un iPod. Ya que no ligo en el gimnasio por mis inexistentes músculos, pues a ver si al menos haciendo un poco de alarde de riqueza mientras corro en la cinta esa, se me acerca un buenorro a meterme mano, aunque sólo sea para robarme el iPod.

Lo que más me gusta de mi trabajo es que, una vez al mes... me dan dinero!!!. Entonces, yo no entiendo por qué la gente se queja tanto por tener que trabajar. ¿No saben que te pagan por ello? Me parece un invento fantástico. Ahora me puedo comprar cositas (véase párrafo anterior) y todo eso. Yo creo que en este país no trabaja nadie (excepto Marisol Yagüe, que la pobre ha llevado una vida muy sacrificada) y no saben lo de que te pagan, entonces por eso se quejarán. Vamos, o eso creo. Aunque a veces me da la sensación de que peco de inocente, pero como no soy católico, no me importa lo de los pecados esos. Bueno, mis compañeros sí que trabajan. Tengo que preguntarles si también les pagan a ellos por trabajar o es que solamente me pagan a mi por guapo. Porque cosas más raras se han visto, como por ejemplo, a Ana Rosa Quintana escribiendo ella misma. He oído que era su lista de la compra, pero yo opino que eso es gente mala y envidiosa, porque, si Ana Rosa tiene dinero para pagar a alguien que le escriba su propio libro, pues con mayor razón pagará a alguien para que le escriba la lista de la compra. Vamos, digo yo. ¿Le pagarán a ella también por trabajar? Ay, qué incertidumbre!

Ahora estoy muy cansado últimamente porque madrugo una jartá. Yo no entiendo por qué la gente luego tiene que hacer régimen y cosas así. Si las de Cibeles se levantaran a las 6 de la mañana todos los días, no hubiera pasado la prueba de la masa corporal ni una. Además, los fines de semana tampoco descanso mucho, porque mi amigo Jotaele me lleva a sitios y luego me lleva a su casa y termino averiguando qué significa verdaderamente la expresión culo de mal asiento. Es increíble la de sabiduría popular que nos debe el mundo hetero, y ni siquiera lo saben. Así va el mundo.

Bueno, más o menos, esto ya está. Tengo otra entrada en mente sobre cómo vetaron mi lanzamiento al mundo del cine (de verdad, hay tanta gente sin clase en la vida...), pero la dejo para otro día. Enga, nanos y nanas, un kizzgarabiz!