Qué pasaría si fuera mujer?

Esa es la pregunta del millón. A veces en la ducha se me ocurre pensarlo (y digo yo que me pasa eso en la ducha porque ahí uno es bastante consciente de sus atributos masculinos) y siempre me plantea unas tremendas dudas existenciales. No es que yo quiera ser mujer ni nada de eso, ya que ser tío es mucho más práctico (yo me asustaría muchísimo si todos los meses me empezara a sangrar un agujero). Pero bueno, me vienen estas ralladas mentales a la cabeza y entonces yo me empiezo a hacer preguntas existenciales, las cuales giran, por supuesto, en torno al sexo.

Porque claro... si yo fuera mujer debería ser o una enferma (es decir, una heterosexual) o una lesbiana. No es que yo venga a tener nada en contra de los heteros, ya que les respeto (aunque no lo comprendo), y de hecho, tengo amigos heteros. Así que nadie me vaya a acusar aquí de heterófobo, a pesar del título de mi blog. Sin embargo, es evidente que una opción sexual que ha superpoblado el planeta desmesuradamente y que se lo está cargando, no es natural. De hecho, va contra la naturaleza ENTERITA lo de la heterosexualidad. Debería haber algunos, naturalmente, para crear más gays y lesbianas, pero deberían ser una minoría. Algo así como el 10%.

Bueno, a lo que vamos. Si yo fuera mujer, y para mantener el orden natural de las cosas, debería ser lesbiana. Pero claro, eso implicaría follar con mujeres, y sinceramente no estoy yo muy por la labor. Es casi como ser pasivo y tener un novio pasivo, pero peor, porque ni siquiera podría comer rabo de vez en cuando. Entonces, la solución sería ser mujer heterosexual... lo cual va totalmente en contra de mis principios. Es complicadísimo ser mujer!!!!

Y por eso ahora las entiendo mucho más. Los chicos decimos que las chicas son muy retorcidas (y tenemos razón), pero es que nunca se nos ha ocurrido pensar lo difícil de su situación. Seguro que si nosotros nos viéramos en la duda de ser heteros o follar con mujeres, no lo aguantaríamos y nos volveríamos locos. Ellas han conseguido sobreponerse y adaptarse, y por eso, siempre que me da por pensar esto en la ducha, luego termino teniendo un día muy feminista.

Qué curioso esto de ser becario.

Cuando uno está en la uni y no ha trabajao en su vida, cuando uno está sin oficio ni beneficio (y sin un duro), siempre le queda la posibilidad de consolarse pensando en que dentro de poco tiempo conseguirá un "trabajo" de becario y se hartará a chupar pollas. A diferencia del tema de los pizzeros, esto no está inspirado en ninguna peli, sino que está absolutamente basado en hechos reales (gracias, Mónica, por todo lo que nos has aportado).

Pero cuando POR FIN llega el día en que uno va todo ilusionado a su primera entrevista para ser becario, y se hace ilusiones pensando que, sin ninguna duda, conseguirá el trabajo por sus aptitudes "extracurriculares" (que, dejemos la falsa modestia a un lado, servidor las tiene muy, pero que muy desarrolladas)... resulta que en la entrevista solamente se fijan en tu curriculum!!! Ni siquiera te echan una MISERABLE mirada al culo. Particularmente, yo lo considero bastante insultante. Porque cabeza tengo, pero culo también, y yo creo que tendrían que valorar ambas cosas. Joder, que es para un puesto de B-E-C-A-R-I-O. No para directivo ni nada. ¿Hay alguien en este mundo que no conozca la historia de la Lewinsky? Pues sí señor, los de Recursos Humanos, por lo visto. Hay que joderse.

Además, me parece francamente mal que, trabajando con todo tíos (ni una tía hay, no señor) nadie intente aprovecharse del becario buenorro (Que soy yo. Porque hay otro, pero es feo). Y no creo que nadie piense "hombre, es que serán todos heteros!!". Por el amor de diossiexistiera! Eso querría decir que todos mis compañeros de trabajo son unos enfermos con desviaciones sexuales! Qué terror. Igual hasta follan con mujeres... brrr, me dan escalofríos solamente de pensarlo. Eso es algo que solamente deberían hacer las lesbianas.

Nunca me follo a los pizzeros...

... y es que nunca están buenos, oye. Yo soy un gran aficionado al cine (no digo a qué tipo de cine), y he comprobado repetidas veces que los pizzeros son algo muy socorrido, tanto en las pelis de una acera como en las de la de enfrente. Sin embargo, las pocas veces que el chico que me ha traído la pizza estaba bueno, simplemente me ha dejado la pizza, la ha cobrado (en dinero!!!) y se ha largado. Qué descaro. Estoy seguro de que en sus contratos hay alguna cláusula, pero se la pasan por el arco del triunfo.

Como no soy tonto, ya sé que las películas no son reales, por eso son películas. Pero joder, en algún sitio se habrán tenido que inspirar, y en las pelis, un día sí y otro también, la gente no pide las pizzas por el extra de queso, sino por el extra de salchicha que tan alegremente les pone siempre el repartidor. Pues digo yo que tampoco se iba a perturbar ningún orden cósmico porque a mi eso me pasara una vez en la vida.

El encuentro (crossover con Historia de K)

Como siempre, K llegaba tarde. "Gracias a diossiexistiera", pensé. Si hubiera llegado a la hora me hubiera preocupado por él. Francamente. Es necesario un cataclismo a nivel mundial (o una lobotomía) para conseguir que K sea puntual, y dado que el mundo seguía en su sitio, fue todo un alivio saber que todavía conservaba las partes de su cerebro no devoradas por el alcohol.

Por fin estábamos todos, tanto tiempo después. Una cena, una fiesta. A mi me gustaban los botellones, y me siguen gustando. Se cena en casa y te tajas en la calle. Pero mis amigos se han debido de volver más tradicionales. A lo que me descuide, se casan de blanco y por la iglesia. Qué suerte que lo de la virginidad (o la no virginidad, mejor dicho) ya no tiene arreglo.

Tras la cena, los mismos bares que hace tanto tiempo. Hay cosas que no cambian. La leche puta, si hasta servían las tarjetas del Gris que llevaba años guardando!!!! La tournée por bares me reveló que, si bien en los viejos tiempos yo solía despotricar contra OT y el reaggeton porque "después de 1995 no se ha hecho nada bueno", ahora me gusta Chenoa. Claro, como ya es vieja, entonces es buena.

Mientras volvía a casa con todo el cocido en el búho (no es que no tenga coche ni pueda pagar un taxi. Los gays siempre podemos hacer esas cosas, naturalmente, pero ya que revivía tiempos pasados pues decidí llevar la decisión hasta sus últimas consecuencias. Aunque me salté el paseo por el cruising. Uno ya no está para tantos trotes) decidí que estaría genial volver a vernos todos tan a menudo como antes. Cuando uno está con el cebulón siempre se pone más sentimental, y yo soy de lágrima fácil. Antes de que me venciera la desidia (y la borrachera), decidí intentar volver a reunirlos a todos el finde siguiente. Estas cosas nunca funcionan, pero por intentar, que no quede.